Dengue en Tucumán: Milei-Jaldo, a las sombras del mosquito

Escribe Diego Carrazán

Tiempo de lectura: 4 minutos

Es sabido por todos que el gobierno nacional no tiene una campaña federal contra el dengue. Es tarea de las provincias, afirmó Milei. El gobierno provincial, del ´dialoguista´ Jaldo, obediente, puso en escena una campaña “mágica” para prevenir la enfermedad.

Este pasado 12 de abril, el gobernador Jaldo instaló su carpa en la plaza principal de la provincia y llamó a los medios de comunicación para difundir la “campaña integral contra el dengue”. Del circo participó la plana mayor de la gobernación. Allí se hizo entrega de 2 ambulancias, 1 camioneta, 93 máquinas termo-humificadoras (para fumigación, una para cada comuna del interior), 11 desfribiladores y 8 bicicletas. Al hacerlo, Jaldo dijo: “con este equipamiento vamos a reforzar a todo el territorio provincial y esperamos que la curva empiece a disminuir”. Como por arte de magia, tres días después, la invocación surtía efecto: “Ha disminuido la cantidad que teníamos semanas atrás”, señaló el ministro de salud Medina Ruiz mientras recorría el hospital de la localidad de Alberdi. El director de dicho hospital señalaba: “Hemos advertido un descenso de consultas por caso de dengue, aproximadamente en un cincuenta por ciento se han reducido los casos”.

Dejando la magia a un lado, de lo anunciado, lo único que llegará a las 93 comunas de la provincia es una máquina para fumigar. “Actualmente hay que profundizar el descacharreo, fumigación y colaboración institucional de todos los municipios y comunas. Que los vecinos nos abran las casas para fumigar y descacharrar”, señaló al respecto el gobernador. Ahora bien, resulta que la mayoría de las comunas tienen máquinas para desinfectar pero lo que falta es dinero para comprar nafta y hacerlas funcionar. “No tenemos plata para la nafta”, le respondieron a unos vecinos del interior profundo provincial al ir a reclamar que desinfecten la zona donde viven.

En su discurso, el gobernador reconoció que el dengue ”mata y hay que cuidarse”. Pero para salvarnos del dengue a los tucumanos anuncia la entrega de... bicicletas y camioneta. Lo que le falta a la población son repelentes, remedios y suero gratuito para poder transitar la enfermedad.

Vacunas: mentiras, desconocimiento e irresponsabilidad

Exactamente el mismo 12 de abril, sobre las vacunas, Jaldo dijo: “estamos esperando qué decisiones irá tomando la OMS y el gobierno nacional”. A lo que agregó: “(la vacuna) hace efecto a los 90 o 120 días”. El equívoco sobre la inmunización (en realidad, el efecto se produce a los 15 días de la segunda dosis de la vacuna) no fue casual. Pocos días después, Jaldo anunciaba la compra de 100 mil vacunas para el personal de la salud, docentes y policías, sin campaña nacional ni decisión alguna de la OMS. ¿Qué había cambiado? El relato oficial indica que la incorporación de la vacuna se debe a una proyección de una presencia continua del virus en la provincia debido al cambio climático. Nada que no se supiese de antemano. Sin embargo, a lo que más temen desde el gobierno es a los pequeños focos de levantamiento popular que se fueron gestando en los hospitales y centros de salud de la capital y del interior, debido a la falta de personal, de remedios, de suero, de comida para aquellos que viven del ingreso diario. Por otro lado, algo que no trascendió en los medios de comunicación fue la ausencia de explicación para tantas internaciones, casos graves y muertes. Los especialistas alertan constantemente sobre la peligrosidad de contagios con dos serotipos diferentes. El año pasado hubo 24.082 casos de dengue en la provincia, con predominancia de circulación del DEN 2. De las 9 muertes por dengue, 7 habían sido informadas con DEN-2. Mientras que en la actualidad, según el reporte oficial del 15 de abril, el 76 % de los contagios son de DEN-1 y el 24 % de DEN-2. La cantidad de contagios con dos serotipos, naturalmente es enorme y puede explicar en gran parte las enormes complicaciones en muchos casos y la mayor cantidad de muertes este año. Por todo ello, la vacunación a la población, que ya viene tardía, es una tarea impostergable para evitar más complicaciones y muertes.

Queda claro que el anuncio apresurado de Jaldo fue solo para calmar las aguas. El 17 de abril, Cadena 3 informó que las vacunas para Tucumán y Córdoba estarán disponibles recién para el mes de septiembre. De confirmarse esta información, la población estaría terminando su vacunación en enero de 2025 y contando con inmunidad para febrero de ese año. El anuncio sobre la “urgencia” de colocar la vacuna a la población cuanto antes sería otra mentira más del gobierno.

El gobierno provincial no nombra más personal para atender los casos de dengue, y tampoco atiende ningún reclamo salarial de los trabajadores de la salud. El único camino que queda es el de la autoorganización vecinal y de trabajadores de la salud, en asambleas vecinales y populares que se transformen en un canal de lucha para resguardar la vida y la salud de los trabajadores.

LEER MÁS:

Dengue: la enfermedad “democrática” de la pobreza y el ajuste Por Daniel Blanco, 08/04/2024.

Dengue: el Gobierno ratifica su política criminal frente a la epidemia Por Daniel Blanco, 03/04/2024.

Suscribite a Política Obrera